viernes, 17 de octubre de 2014

El significado de lo que te pasa

por Isabel Sala



Cada uno de nosotros dotamos de contenido nuestra realidad. Un mismo acontecimiento puede ser interpretado de muchas formas distintas. Una vez nos cerramos en un punto de vista, no tenemos otra opción sino ver las cosas de esa forma.

La mala noticia es que es esa interpretación que hacemos de lo que nos pasa lo que nos genera estrés, desasosiego, tristeza… y no tanto lo que ha ocurrido en sí mismo. 

La buena noticia es que en todo momento está en nuestra mano cambiar eso que pensamos, y por lo tanto lo que sentimos y lo que hacemos cuando respondemos.

Las cosas en sí mismas no tienen un significado, tienen el significado que elegimos asignarles. Ante una misma situación podemos decir “tengo un problema enorme que siento que me aplasta y me inmoviliza, todo me pasa a mí…”, o “tengo un reto delante y voy a ver qué puedo aprender de esta situación difícil que estoy atravesando”, etc.

Cuando te sorprendas a ti mismo haciendo una interpretación de algo que te ha pasado, hazte estas cuatro preguntas:

    - ¿Estoy 100% seguro de que mi interpretación de lo ocurrido es totalmente cierta?

       - La interpretación que hago de lo ocurrido, ¿me hace feliz o infeliz? 
   
       - ¿De qué otra forma puedo interpretar esta situación?

     - ¿Cuál de estas dos formas de interpretar el mismo hecho quiero elegir?

-         
Lo que estamos haciendo con estas preguntas es que la mente tome un poco de distancia y se abra a observar lo ocurrido desde otra perspectiva y a considerar nuevas posibilidades. Generalmente, esa mínima distancia nos hace ver la situación, circunstancia, o persona con la que sentimos tener un conflicto de otra forma, y la nueva interpretación que hacemos nos hace sentirnos mejor, o menos mal, que la primera.

Entonces nos podemos preguntar: ¿quiero mantener la primera interpretación que me generaba tanto malestar, o prefiero quedarme con la segunda que me hace sentirme mejor?; ¿quiero ir por ahí peleado con el mundo y culpando al universo todo por la forma en la que me siento?

Al principio te puede resultar extraño ese cambio consciente de perspectiva y esa búsqueda voluntaria de nuevos contenidos para las cosas que te ocurren, puesto que has estando interpretando la realidad de la primera forma durante mucho tiempo, quizás años, o quizás desde siempre.

Sin embargo, aferrarse al resentimiento y sentirse mal acerca de algo no conduce nunca a una vida feliz y satisfactoria. ¿Qué puedes perder por intentar hacer las cosas de forma diferente a partir de ahora?

Nadie excepto cada uno de nosotros es responsable de la forma en la que nos sentimos, porque la forma en la que nos sentimos depende del significado que elegimos dar a las cosas que nos pasan.